¿Cómo se vive la Semana Santa en el mundo hispanohablante?
i bien la Semana Santa no es una festividad privativa del mundo hispanohablante, sí es una festividad tradicional en muchos países de habla hispana. En este artículo repasaremos sus orígenes históricos, la fecha en la que se celebra y veremos algunos aspectos particulares de esta celebración en diferentes países. ¡Vamos!
La Semana Santa, una festividad cristiana, es la conmemoración de la Pasión de Cristo, es decir, de los hechos evangélicos que van desde la última cena hasta su crucifixión y muerte. Comienza el Domingo de Ramos y termina el Domingo de Pascuas, o Domingo de Resurreción. Es una celebración religiosa de fecha variable. El cálculo de la fecha se decidió entre los años 325 d.C., en el Primer Concilio de Nicea, y el 525 d.C. Desde entonces la Pascua es el primer domingo posterior a la primera luna llena posterior al equinoccio de Marzo. Así, es cada año entre el 22 de Marzo y el 25 de Abril. En este 2025 esa luna llena ocurrió, por lo que estoy leyendo, entre el 12 y 13 de Abril, es decir, el sábado o el domingo según el huso horario. Yo no entiendo demasiado de Astronomía ni de Religión y evidentemente no miré mucho el cielo las últimas noches, pero intuyo que por esa razón la Semana Santa, este año, va del domingo 13 (Domingo de Ramos) al domingo 20 (Domingo de Pascuas). Simbólicamente el Domingo de Ramos representa la entrada de Jesús a Jerusalén, el Viernes Santo su crucifixión y muerte, y el Domingo de Pascuas su resurrección. Veamos ahora algunos aspectos particulares de la celebración en algunos países hispanohablantes.
España
La Pasión de Cristo se conmemora en todos los territorios españoles. El común denominador podrían ser las procesiones de cofradías, que en algunos casos se mantienen desde hace siglos, pero esto es una generalización demasiado amplia. La lista es larga: la celebración de Semana Santa es reconocida como de interés turístico internacional en Palencia, León, Zamora, Sevilla, Granada, Málaga, etc, mientras que hay ciudades que tienen el reconocimiento de interés turístico nacional.
Como dijimos, lo más tradicional y emblemático de la Semana Santa son las procesiones organizadas por cofradías o hermandades, especialmente en regiones como Andalucía, Castilla y León o Murcia. Estos desfiles religiosos, con pasos que representan escenas de la Pasión de Cristo, son acompañados por nazarenos, bandas de música y a veces cantos tradicionales como las saetas. No obstante, más allá de estas expresiones populares, hay elementos comunes en todo el país que también forman parte esencial de la celebración: la asistencia a oficios religiosos, especialmente durante el Triduo Pascual (Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado Santo), el ambiente de recogimiento, el respeto por la abstinencia de carne y una gastronomía típica, como las torrijas, el bacalao o los pestiños. Estos aspectos hacen que la Semana Santa se viva tanto en el espacio público como en el ámbito familiar o religioso, dependiendo de la región y la tradición local.
México
En México, la Semana Santa se celebra con gran fervor religioso en todo el país, pero uno de los eventos más destacados es la Representación de la Pasión de Cristo en Iztapalapa, al oriente de la Ciudad de México. Esta celebración, que comenzó en el siglo XIX como una promesa para pedir el fin de una epidemia de acuerdo con la tradición oral, se ha convertido en uno de los eventos más importantes de la Semana Santa en el mundo hispano. Cada año, miles de actores locales representan con gran realismo los últimos días de Jesús, desde su entrada en Jerusalén hasta la crucifixión, atrayendo a millones de espectadores nacionales e internacionales.
Además de Iztapalapa, en muchas otras regiones del país se realizan procesiones, viacrucis, misas solemnes y escenificaciones religiosas, tanto en grandes ciudades como en comunidades rurales. También es una época para el recogimiento espiritual y el encuentro familiar.
Guatemala
La Semana Santa en Guatemala, especialmente en la ciudad de Antigua Guatemala, es considerada una de las celebraciones más impresionantes del mundo hispano. Lo más característico son las alfombras de aserrín, flores y otros materiales naturales que los vecinos preparan con gran detalle sobre las calles, por donde luego pasan las procesiones. Estas alfombras, de vivos colores y diseños religiosos, se elaboran durante horas y se destruyen al paso de los cortejos, lo que simboliza el sacrificio y la fe. Las procesiones son organizadas por hermandades y recorren la ciudad acompañadas por música fúnebre, incienso y cientos de cargadores que llevan los pasos sobre los hombros. Esta mezcla de espiritualidad, arte efímero y participación comunitaria hace que la Semana Santa en Guatemala sea una experiencia única y profundamente arraigada en la cultura del país.
Colombia
En Colombia, la Semana Santa se celebra con gran devoción en todo el país, pero Popayán, conocida como la “Ciudad Blanca”, es el centro más destacado de esta tradición. Las procesiones de Popayán, que datan del siglo XVI, han sido reconocidas por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Durante los días santos, especialmente del Martes Santo al Sábado Santo, se realizan solemnes procesiones nocturnas en las que se cargan grandes pasos (llamados “andas” en este contexto) con imágenes religiosas barrocas que representan escenas de la Pasión de Cristo. Estas imágenes se exhiben sobre estructuras de madera tallada y son llevadas por cargueros, que desfilan por las calles del centro histórico en completo silencio, acompañados por bandas de música sacra y luces tenues que refuerzan el ambiente espiritual.
La Semana Santa en Popayán destaca por su riqueza artística, su organización heredada de la tradición colonial y su profunda conexión con la identidad religiosa de la ciudad. Además, otras ciudades como Mompox, Tunja y Pamplona también celebran esta festividad con gran solemnidad y colorido local.
Perú
En Perú, la Semana Santa es una de las celebraciones más importantes, y en la ciudad de Ayacucho, situada en los Andes, alcanza una magnitud especial. Ayacucho es conocida como la “capital de la Semana Santa” en Perú debido a sus solemnes y multitudinarias procesiones que se celebran durante toda la semana, pero especialmente el Jueves y Viernes Santo. Estas procesiones, que combinan la devoción católica con tradiciones ancestrales andinas, son famosas por su colorido, su música tradicional y la participación activa de la comunidad. Las calles de Ayacucho se llenan de flores, incienso y alfombras elaboradas por los habitantes, quienes realizan estas ofrendas como muestra de fe y devoción. Uno de los momentos más destacados es la Procesión del Señor de los Milagros, en la que los feligreses llevan en andas una imagen de Cristo, mientras que las bandas de música interpretan piezas religiosas que llenan el aire de solemnidad. Además, el sincretismo con las creencias indígenas es evidente en algunos rituales, donde las costumbres autóctonas se mezclan con las tradiciones católicas, creando una experiencia única que refleja la rica herencia cultural de la región.
Uruguay
A diferencia de muchos países hispanohablantes, en Uruguay la Semana Santa no se celebra oficialmente con un enfoque religioso. Desde 1919, por decreto estatal, esta semana se denomina Semana de Turismo, en un esfuerzo por separar el calendario oficial del calendario católico. Sin embargo, muchas personas siguen conmemorando los días santos en el ámbito privado o comunitario. Durante esta semana, gran parte de la población aprovecha para viajar, acampar o participar en actividades culturales y deportivas. A pesar del carácter laico de la semana, algunas iglesias continúan celebrando actos litúrgicos, especialmente el Viernes Santo. También existen festivales regionales que incluyen tradiciones populares, como la Criolla del Prado en Montevideo, que combina espectáculos de música folclórica y destrezas gauchas. Esta particular forma de celebrar refleja la identidad laica del país, que convive con expresiones religiosas más discretas pero aún presentes en ciertos sectores de la sociedad.
Sincretismo en la Semana Santa en América Latina
En muchas celebraciones de Semana Santa en países hispanohablantes de América Latina se percibe una fusión entre el catolicismo y las religiones indígenas precolombinas. Este sincretismo se manifiesta en los colores, símbolos, rituales y elementos naturales que se integran a las procesiones y escenificaciones.
Por ejemplo:
- En Guatemala, las alfombras de aserrín y flores que se elaboran en Antigua tienen raíces en ofrendas mayas que se hacían al sol o a la tierra. Además, el uso de incienso y la profunda conexión comunitaria con el entorno recuerdan prácticas ceremoniales indígenas.
- En México, en algunas comunidades, los personajes de la Pasión se mezclan con danzas, máscaras o elementos rituales que provienen del mundo náhuatl o mixteco. A veces se reinterpretan figuras cristianas a través de un lente indígena (como la Virgen como símbolo de la tierra madre).
- En Perú y Bolivia, ciertas procesiones incluyen elementos como el uso de hojas de coca, instrumentos andinos o trajes tradicionales, mostrando cómo la espiritualidad andina se entrelaza con la liturgia católica.
Este sincretismo no solo refleja la historia compleja de la colonización, sino que da lugar a formas únicas y locales de vivir la fe, cargadas de significado cultural y emocional para las comunidades.
Espero que este artículo te haya resultado interesante. Por supuesto, no incluye toda la información acerca de las diferentes celebraciones de Semana Santa en el mundo hispanohablante, ya que eso requeriría escribir, prácticamente, un blog aparte, o un libro. Aquí tienes más información sobre otras celebraciones tradicionales en países hispanos. ¡Gracias por la lectura!
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