Los verbos “llamar” y “llamarse”.

E

l verbo llamarse, como vimos en el ejercicio anterior, se utiliza para introducir el nombre propio o para preguntar por el nombre de otra persona. Así, como mi nombre es Federico, la forma más frecuente en la que otras personas me preguntan mi nombre en español es “¿Cómo te llamas?”, y la forma más frecuente en la que yo respondo a esa pregunta es “Me llamo Federico”.

El verbo llamar, por su parte, no es reflexivo, y se utiliza, entre otros, con el significado de atraer la atención de alguien o de comunicarse con alguien por teléfono. ¿Hay que usar pronombres con este verbo? Sí, cuando sustituimos el objeto directo del verbo por un pronombre, pero al tratarse de un verbo transitivo, no uno reflexivo, en lugar de los pronombres reflexivos utilizaremos pronombres de objeto directo. 

Si bien hay pronombres de objeto directo y pronombres reflexivos que son iguales, dependiendo del verbo que utilicemos la conjugación verbal no lo es. Veamos un par de ejemplos. 

Ella se llama María. Como vimos en el artículo anterior, el uso de los pronombres reflexivos en el caso del verbo llamarse no implica reflexividad, sino que es una convención gramatical. Ella se llama indica, en este caso, que ese es su nombre.

Nosotros llamamos a María = Nosotros la llamamos. Si sustituímos, en este caso, el objeto directo por un pronombre, tenemos que utilizar el pronombre de objeto directo femenino singular la, porque en este caso el verbo no es reflexivo, sino transitivo, es decir, acepta un objeto directo, que en este caso es María, quien es llamada por nosotros, y la conjugación verbal será llamamos, ya que el sujeto gramatical es nosotros. 

Yo me llamo Federico. Al igual que en el primer ejemplo, estoy introduciendo mi nombre. El pronombre me en este caso es reflexivo, y la conjugación del verbo llamar coincide con la primera persona del singular, al igual que el pronombre, porque yo me estoy refiriendo a mí mismo. 

¿Me llamas más tarde, Manuel? En este caso le estoy preguntando a Manuel si más tarde nos contactaremos por teléfono, por ejemplo. El pronombre “me” en este caso no es reflexivo, es de objeto directo. El truco es que aquí la conjugación no coincide con la primera persona del singular, sino con la segunda, porque no estoy refiriéndome a mí mismo, el objeto indirecto, sino a Manuel, quien ejecutará la acción de llamarme y es por lo tanto el sujeto gramatical. 

Conjugaciones en presente de indicativo y pronombres de objeto directo.

Como se puede ver en la tabla, casi todos los pronombres reflexivos y los de objeto directo son iguales, menos los que acompañan a “usted”, “él” y “ella” en singular, y a “ustedes”, “ellos” y “ellas” en plural. 

Elige el pronombre correcto.

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