Vaya a buscar bayas detrás de la valla: la pronunciación de la b y la v en español

V

amos a tener que aclarar algunos conceptos de fonética antes de comenzar con el contenido de este artículo. Varios conceptos, pero creo que serán de utilidad no sólo para comprender lo que veremos en este artículo, sino para aprender sobre fonética en general.

Así, para comprender lo que intentaré explicar en este artículo es necesario saber que una consonante se diferencia de una vocal porque los sonidos consonánticos se caracterizan por presentar algún tipo de obstáculo a la salida del aire del aparato fonador, mientras que los vocálicos no presentan ninguno. Una consonante fricativa, por su parte, es aquella que se pronuncia permitiendo la salida del aire de forma continua a través de una apertura estrecha, por lo que el aire genera fricción con las estructuras que conforman dicha apertura. Un ejemplo es la f del español: es una consonante fricativa labiodental, porque la pequeña apertura por la que sale el aire está conformada por los dientes superiores y el labio inferior. Una consonante oclusiva, por su parte, es aquella que se pronuncia ocluyendo completamente la salida del aire por un instante, para liberarla luego. Un ejemplo es la p en español, que es una consonante oclusiva bilabial, porque se ocluye completamente la salida del aire por un instante con ambos labios. Y una consonante aproximante es aquella que es pronunciada acercando dos estructuras del aparato fonador sin que se llegue a generar fricción, por lo que no es fricativa, y generando algo de obstáculo a la salida del aire, por lo que no es una vocal. Ejemplos son, como veremos, la b y la v en español, dependiendo del caso, porque ambos labios se acercan generando algo de obstáculo a la salida del aire pero no lo suficiente como para generar fricción.

La pronunciación de las consonantes puede ser sonora o sorda. En las sonoras hacemos vibrar las cuerdas vocales, en las sordas no. Así, viendo los ejemplos del párrafo anterior, en español la f es una consonante labiodental fricativa sorda, porque además de lo que ya vimos del punto de articulación las cuerdas vocales no vibran cuando la pronunciamos, la p es una consonante oclusiva bilabial sorda, por las mismas razones, y la b y la v son consonantes sonoras que, como veremos, dependiendo del caso pueden ser oclusivas o aproximantes. Una forma relativamente sencilla de saber si una consonante es sorda o sonora es tocarnos la laringe mientras la pronunciamos: si palpamos vibración es sonora, si no, es sorda. 

Hay una creencia muy extendida entre los hablantes nativos del español de que la b y la v tienen pronunciaciones diferentes. Concretamente creemos, y me incluyo porque yo mismo lo creía, que la v se pronuncia como una consonante fricativa labiodental sonora, es decir, como la v en very  en inglés, la w en würstchen  en alemán o la v en vouloir en francés. En mi caso en particular es porque me lo enseñaron en la escuela primaria, aunque sea algo falso, así que yo lo creía hasta que entendí que esto no era así cometiendo errores hablando en las lenguas extranjeras que hablo, y terminé de entenderlo cursando el máster de español como lengua extranjera en la universidad. Pero no, la b y la v se pronuncian igual en español, alternando entre la pronunciación oclusiva y aproximante según el caso, como veremos. 

Neutralización fonética de la b y la v.

En el latín clásico la b se pronunciaba como bilabial oclusiva sonora en todas las posiciones, y la v como una semivocal bilabial sonora /w/, con un sonido similar al de la w en la palabra inglesa water. En la evolución al romance, a grandes rasgos, la b oclusiva /b/ se relajó en algunas posiciones, dando lugar a la pronunciación aproximante bilabial sonora /β/ que conservamos en el español actual. La v, por su parte, evolucionó a la pronunciación fricativa labiodental sonora, de manera que en algunos dialectos del español medieval existía esta pronunciación y la misma permanece en otras lenguas romances, como en el francés, y en lenguas que tomaron léxico del latín, como el inglés, pero en español se perdió en la mayoría de las variedades. Solamente en algunas zonas de España, por influencia de lenguas locales como el catalán y en algunas zonas de América por influencia de lenguas amerindias es posible encontrar esta pronunciación de la v. Lo más frecuente es la alternancia entre la pronunciación bilabial oclusiva sonora /b/ y la bilabial aproximante sonora /β/.

Los sonidos de la b y la v en español.
  1. [b]: oclusiva bilabial sonora. Se produce con una oclusión completa entre los dos labios, similar al sonido inicial de “boy” en inglés.
  2. [β]: aproximante bilabial sonora. En esta variante, los labios se acercan, pero sin llegar a cerrarse completamente, creando un sonido más suave y relajado.

La pronunciación oclusiva ocurre al principio de una palabra, luego de una pausa o luego de una consonante nasal, y la pronunciación aproximante luego de una vocal o luego de una consonante no nasal. De esta manera, pronunciamos /b/ola (bola), un /b/eso (beso), /b/entana (ventana) y en/b/ío (envío), pero la /β/entana (la ventana), la /β/ola, al/β/a (alba) y cur/β/a (curva).

Hemos llegado al final. Sé que he incluido mucha información para diferenciar entre dos sonidos bastante similares, pero me pareció útil porque el error en la pronunciación es el que más tiende a fosilizarse, es decir, a que nuestro cerebro decida que no es necesario corregir, ya que si bien puede causar interferencias en la comunicación no la hace imposible. Y, desde mi experiencia personal, aprender conceptos de fonética es, entre otros, un muy buen recurso para mejorar la pronunciación de la o las lenguas que queramos adquirir. 

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